México pierde seis niveles en competitividad
9 de Septiembre, 2010 - 09:33
No obstante a los cambios tributarios de emergencia que se aprobaron para el 2010, y a los esfuerzos gubernamentales para reducir los trámites a las empresas, México perdió seis lugares en el índice de Competitividad Mundial que mide el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés).
En un radar de 139 países, México ocupa el puesto 66, colocándose por debajo de países como los asiáticos Vietnam (59); Azerbaiyán (57) y Omán (34); los africanos Sudáfrica (54), Mauricio (55); y Túnez (32); o los americanos como Costa Rica (56); Puerto Rico (41) y Barbados (43).
Los lastres de la competitividad mexicana siguen siendo la ineficiencia de un gobierno burocrático, la corrupción, el difícil acceso al financiamiento, el crimen y la violencia y las regulaciones restrictivas a la iniciativa privada.
Esto según los empresarios encuestados por el WEF para elaborar este índice.
El caso mexicano no ha sido ajeno a la crisis mundial, según expertos del Foro, pues en la mayoría de los países, hubo un cambio importante en las posiciones de competitividad.
Esto, resultado del aumento de las deudas públicas, el deterioro de las finanzas gubernamentales, la intervención del sector público en sectores financiero y empresarial.
Nuevo mapa
Así, se puede decir que en la nueva geografía mundial de la competitividad, Estados Unidos fue degradado de ser el primer país más atractivo a la inversión empresarial, hasta el cuarto sitio global.
De acuerdo con su Global Competitiveness Report 2010 – 2011, en el continente americano, solo Chile (30), Barbados (43) y Puerto Rico (41) conservaron sus puestos del año previo, manteniéndose entre las 50 economías más competitivas del planeta.
Mientras
Los líderes de la competitividad mundial son, en el reporte de este año, Suiza (¡); Suecia (2) y Singapur (3).
Luego de Estados Unidos, encontramos a Alemania (5); Japón (6); Finlandia (7); Holanda (8) y Dinamarca (9) y Canadá (10).
CREDITO:
Yolanda Morales / El Economista
OPINION:
Este reporte es alarmante ya que con las nuevas medidas que China está tomando para mejorar la calidad en sus productos nos debe preocupar mucho, y me refiero a China en primer lugar ya que es nuestro primer y más importante competidor por ser el país que más atractivos ofrece para los inversionistas extranjeros que son la base de nuestros empleos, (como sabemos el ingreso económico y en cuanto a empleo que genera la maquiladora en nuestro país es casi igual que el del petróleo y está a punto de rebasarlo) y más aun cuando vemos que países asiáticos, africanos y latinoamericanos con menos recursos que nosotros nos están sobrepasando, así que pienso que es el momento más indicado para solucionar el problema de la calidad de los productos con el sello HECHO EN MEXICO mejorando la calidad de la materia prima, capacitando mas a la mano de obra y mejorando la maquinaria y el equipo empleado para realizar los productos, esto además nos hará subir en el Índice de Competitividad Mundial, también nos proporcionara mejores entradas económicas ya que nuestros productos tendrán una mayor acogida en el mercado exterior y la inversión extranjera tomara como primera opción a México.
Otro de los puntos que me asombro mucho fue el bajón tan grande que dio Estados Unidos ya que siempre se había creído que este país era la primera potencia mundial en todos los sentidos, lo que podemos comprobar ahora es que no es cierto que si lo fue en algún periodo de su historia pero que ahora ya no lo es y que lo están remplazando a mi manera de ver países que de siempre han estado ahí encabezando la lista como lo es Suiza y Suecia que siempre se ha sabido de su buena calidad y de su estable balanza económica, también es para destacar que los países europeos son los que van a la cabeza, y que por Latinoamérica Chile, Barbados, Costa Rica y Puerto Rico son los que sacan la cara, dejando atrás a Brasil y a México que poseen gran capital y recursos y que por su tamaño geográfico e inversiones económicas deberían presentar un mayor nivel de competitividad.
Por: Jorge Villalón Cañas
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